La agrupación teatral venezolana Deus Ex Machina celebra su décimo aniversario con el estreno de la pieza Un vestido para Doris Wells escrita y dirigida por Elvis Chaveinte. Con la interpretación y producción de Rossana Hernández.
Exactamente en una de las mejores décadas de la TV venezolana, los años 70 y 80. Radio Caracas Televisión (RCTV) era líder en dramáticos y además contaba con una de las mejores actrices del país, Doris Wells.
Doris Wells, actriz de carácter fuerte y alma bondadosa, rompió los parámetros ya establecidos en la sociedad y en el mundo artístico. En una entrevista en RCTV manifestó:
“Yo quiero decirle a la mujer venezolana esa historia, esa historia secreta. Yo quiero que la mujer se realice, que abra ese baúl, esas cosas, contar la historia que no dice. Quiero plasmar problemas sociales, psicológicos, humanos. Otra forma de narrar con imágenes, donde se diga lo necesario”.
En Un vestido para Doris Wells, Rossana Hernández se desdobla entre una actriz en confinamiento; Mary una “sastra” española y en la actriz Doris Wells interpretado sus icónicos personajes.
El director juega con la metaficción aludiendo a la autorreferencialidad y de la ruptura de la cuarta pared. El texto habla por sí mismo, surgiendo una historia de la autoconciencia del autor; aportada por la vida de su abuela y parte de la memorabilia de un colectivo venezolano.
Una pieza que traslada al espectador a una época
La obra se desarrolla en 2020 en plena pandemia del covid-19, pero con saltos a la Caracas de los 70 y 80. Una actriz se mete en la piel de Mary, una sastra española inmigrante que llegó a Venezuela tras huir de la Guerra Civil española.
Cuando llegó, solo contaba con su experiencia como costurera, un oficio que no era tan solicitado en el país. Tras no poder desempeñarse en lo que le apasionaba, terminó como cocinera de doña María Luisa Martín Capote.
Finalmente, Mary terminó trabajando en el canal de Quinta Crespo como “sastra”, el femenino del conocido oficio de sastre en el equipo de vestuario. Coincidiendo con la inolvidable actriz Doris Wells y el reconocido dramaturgo, escritor e intelectual José Ignacio Cabrujas.
José Ignacio Cabrujas entra en escena a través de su potente voz y su tajante mensaje; hablando sobre el teatro y su importancia para exponer los acontecimientos, personajes; la historia de un país. “Nadie se salva del teatro”. Sus palabras, narradas desde el viejo televisor en blanco y negro de Mary.
Escena que se alterna con las interpretaciones de Rossana Hernández en los icónicos papeles de la actriz Doris Wells en la televisión venezolana: Enriqueta en la “Hora Menguada”, Pilar Rodríguez De Cárdenas en la “Señora de Cárdenas” e Isabel Blanco en “La Fiera”.
Personajes que van recobrando vida y que se va hilando a través de una llamada de teléfono a la casa de Mary. Es nada más y nada menos que Doris Wells, quien llama para pedirle un vestido para asistir a los Premios Ronda…
Destacados de un “Vestido para Doris Wells”
La actuación de Rossana Hernández, se mantiene y se desenvuelve a las necesidades de la acción dramática a la que se juega la obra. Su trabajo sólido y bien sostenido, realza a cada uno de los personajes que interpreta. Dotándola de profundidad y caracterizándola verdaderamente.
Desarrolla un trabajo concreto en torno al uso del lenguaje y del cuerpo. Su trabajo es orgánico con el trabajo de voz y las gamas que allí articula, de manera que la construcción de sus personajes se hace compacta y coherente. Además, sostiene emotivamente la puesta en escena.
La puesta en escena se sale del estilo más tradicional, integrándose a un registro diferente, en el que se ve, con el uso de lo audiovisual, la música y elementos escénicos que enriquecen el montaje. Cuadros escénicos donde el diseño es privilegiado, comunican de manera evidente como parte de la obra y de la acción dramática de la misma.
La iluminación juega también un papel importante; dándole sentido en algunas de las escenas de la obra donde se logra que se luzcan precisamente, gracias a las luces.
Elvis Chaveinte como dramaturgo y director de la pieza con este trabajo ha demostrado ser un artista que está en esa transición de exploración escénica inteligente con respecto a la construcción de las escenas y la acción dramática. Cabe destacar que también tiene poesía visual en su puesta.
Sello venezolano
No es de extrañar que emerja en el panorama nacional del teatro una obra que proponga preguntas o cuestionamientos en torno a una época próspera no sólo en el ámbito cultural y televisivo.
También cuando Venezuela recibía a los inmigrantes españoles, portugueses e italianos en su mayoría, donde hubo intercambio cultural y social importantísimo y es lo que nos ha formado como venezolanos. Como decía Cabrujas:
“Nosotros deberíamos usar ese derecho a la cultura que nos dio la historia. El derecho a la cultura, y no andar buscando la autenticidad. Nosotros tenemos el sello de que somos los copiones del mundo. O sea, una gente que se copia de todo el mundo. Bueno, estupendo. Esto es lo que nosotros somos. Y a mucha honra”.
Un vestido para Doris Wells se presentará el próximo 8 de marzo, con 6 únicas funciones, los días viernes a las 6:00 p.m., sábados y domingos, a las 5:00 p.m., en el Teatro Trasnocho, ubicado en el sótano el Centro Comercial Paseo Las Mercedes.
Las entradas tienen un valor de $5 y están disponibles en taquillas del teatro y en Ticketmundo.