Para William Alfaro la escritura surge entre la infancia y el despertar de la adolescencia. Manifiesta que cuando se encontró con los poemas de Neruda, Becker y Lorca entendió que la poesía era mágica. “Las palabras, las personas sonreían y sus rostros se iluminaban, el mío con ellos. Era un niño jugando con el asombro”, manifiesta.
Presentamos al poeta y periodista. Fundador del grupo multidisciplinario Movimiento de Artistas Independientes de El Salvador. Autor de los libros de poesía: Proclive y Amargura. Ha participado en los más importantes festivales poéticos de Centroamérica y las lecturas de sus poemas lo han llevado a México y Estados Unidos.
Acercamiento a la poesía
Todo comenzó para William leyendo poesía desde que era un niño y así comenzó a escribir. Esas lecturas lo guiaron en gran medida. Posteriormente pasó a las cartas de amor llenas de poesía. Rápidamente se hicieron eco de las cartas en el salón de clases lo que llevó a qué algunos compañeros contrataron sus servicios. “Creo que fue la mejor época en la que pude recibir una retribución por mis textos”, enfatiza.
Relata que parte de su adolescencia, la poesía lo rescató de una sociedad hostil, y una guerra que había marcado a su generación, y entendió que era algo más que palabras escritas en papel y versos recitados por un sujeto.
Vives la poesía desde lo personal, es decir tus poemas son producto de tus vivencias.
Asegura que no solo de sus vivencias, en ella rescata la realidad de sus país, la violencia de las pandillas, los feminicidios, su búsqueda como ser humano, mi verdad como padre, nuestro grito poético ante los fascistas, los corruptos y los criminales.
Publicaciones de William Alfaro
Su primera publicación fue una plaquette, llamada Déjà vu, en 2001. Fue una autopublicación que surgió cuando iba a realizar una gira poética por Costa Rica. “No fue una decisión fácil, se hizo tras algunos años de participar en recitales y talleres y salir en algunas antologías”, señala. Considera que costó lo justo, se ganó, junto a sus compañeros de taller, algunas críticas por el mismo hecho de ser una autopublicación, pero recientemente, una amiga le mostró un ejemplar y le dijo que lo guarda como un tesoro de esa época.
Cabe destacar que han pasado 20 años de su primera publicación, hasta ahora han sido 11 títulos, entre poemarios, dos antologías compiladas y un libro de relato infantil.
Se pueden conseguir sus los títulos más recientes, Dictadura Vintage, a través de la Chifurnia Editorial y La Poesía, con Índole Editores, que también puede tener en su catálogo Sal, poemario publicado en 2016. En el tintero hay muchos textos inéditos, y proyectos editoriales por desarrollar.
Apunta que la escritura, y principalmente la poesía es tan vasta como el universo y la imaginación, no hay límite para ella, ni para el ser humano que se avoque a ella, y de hecho, cita a Bécquer:
“Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía”.
Para el poeta la poesía es últimamente la respuesta a todo. Le gusta mucho la reflexión de Cerati: “La poesía es la única verdad”, y en ese sentido, para mí, todo es poesía. “Claro está, se entiende que la poesía pertenece a los libros y a los poetas, pero creo que está más allá de los libros, de los poetas, los recitales, las bibliotecas, y que es, como dijo Roque Dalton, más que palabras”, reflexiona.
Referentes y el movimiento poético en El Salvador y en Latinoamérica
Roque Dalton es su mayor referente. Cuando era joven se conmovía con su poesía, que lloró muchas veces y tantos años después. “Su poesía sigue llenándome de valor, esperanza y ternura”, señala.
De su país, El Salvador menciona los poetas Otoniel Guevara, Alfonso Fajardo y Alfonso Kijadaurías. Con respecto al movimiento poético en El Salvador, ve a un sector valiente ante una dictadura en ciernes. Sin embargo “muchos callan, y es difícil de entender en un país que está cimentado sobre una tradición de poesía comprometida, movimiento que veo más sólido en Latinoamérica, con poetas comprometidos con las luchas sociales de sus países, casos de Chile, Colombia, Argentina”, asegura.
Conexión con la escritura durante la pandemia
Respecto a la escritura dice que como siempre es un salvavidas. Ha tenido la oportunidad de publicar una antología llamada Dictadura Vintage, en la que se compilan a 21 poetas en defensa de la democracia, un relato infantil y poesía, ilustrado por Cristina Ábrego. También se ha llevado en formato digital radial con el nombre Poéticamente, un espacio cultural en el que hablan de poesía con autores de diversos rincones del mundo y de la movida cultural salvadoreña. Además de la creación de la revista cultural El Escarabajo, en la que comparte con compañeros poetas de su generación, Alfonso Fajardo, Rainier Alfaro, Carlos Clará y Luis Angulo.
Creo que ha sido una época de enfoques y creación, aunque estar ocupado, y medianamente aislado, no ha evitado ver caer a familiares y amigos, y haber sido infectado por el virus.